El 18 de septiembre de 2015, mientras se realizaban marchas en la ciudad de Buenos Aires, en La Plata, en Madrid, el sindicato Solidaridad Obrera, inauguró la biblioteca a la que puso en homenaje el nombre de Jorge Julio López; sobreviviente de la dictadura genocida, y desaparecido en democracia en el año 2006 después de haber presentado su testimonio en el juicio contra el ex comisario Etchekolatz.
Se proyectó asimismo, un saludo de dos compañeros de la AEDD (Asociación Ex Detenidos Desaparecidos), Cachito y Nilda.
En la puerta de la biblioteca se encuentra ya una placa con un dibujo de Jorge Julio López, y en una de las paredes, el texto que a continuación se adjunta:
Jorge Julio López
Jorge Julio López (General Villegas,
Buenos Aires, Argentina, 1929 – Desaparecido por segunda vez el 18 de septiembre
de 2006)
Jorge Julio López,
albañil de profesión, y el oficio de sobrevivir peleando la desmemoria que le
cercaba desde que salió de los centros clandestinos de detención que controlaba
la policía de la provincia de Buenos Aires, la bonaerense, la siniestra, pero
no en grado menor que las demás fuerzas de seguridad del Estado terrorista que
implementaron el genocidio en Argentina
Jorge Julio López fue
secuestrado y detenido ilegalmente en varios centros clandestinos de detención
y exterminio, desde el 21/10/76 hasta el 25/6/79.
En el juicio seguido
contra el comisario Etchecolatz y otros represores de la provincia de Buenos
Aires, López fue un testigo clave ya que
testimonió con minuciosos detalles sobre los compañeros y compañeras como sobre
los torturadores y asesinos.
Pero el día en que se
leerían los alegatos


de los querellantes, el 18 de septiembre de 2006, Jorge Julio López fue secuestrado en plena democracia y en plena impunidad y no pudo festejar la condena por genocidio a los verdugos.


de los querellantes, el 18 de septiembre de 2006, Jorge Julio López fue secuestrado en plena democracia y en plena impunidad y no pudo festejar la condena por genocidio a los verdugos.
La responsabilidad criminal es, sin duda, de los autores materiales y
políticos del secuestro. Pero la responsabilidad política de la desaparición de
López, sigue siendo, como desde el primer momento, de los gobiernos nacional y
provincial de Argentina.
Desde entonces, desde la segunda
desaparición, no olvidamos a Julio y con su presencia y su
ausencia seguimos exigiendo justicia por su desaparición.
Y en palabras de Nilda Eloy (Asociación Ex Detenidos Desaparecidos),
compañera de cautiverio de López, una biblioteca, que lleve el nombre
de un hombre casi sin instrucción que encontró en la escritura su manera de preservar
la memoria, un hombre que con sus manos acostumbradas al cemento y la cal,
reivindicó su militancia y la de sus compañeros escribiendo, luchó con una
birome contra el silencio impuesto, hasta que pudo hablar.
Es decir que una biblioteca lleve
el nombre del viejo, es una hermosa paradoja."