Comunicado antes los últimos sucesos en la investigación por la desaparición de JORGE JULIO LÓPEZ

Ante la existencia de un testigo que decìa saber sobre el lugar donde se encontrarìan los  restos de Jorge Julio López JUSTICIA YA LA PLATA manifiesta que :
 
1)      No es la primera vez que nos encontramos ante este tipo de denuncias. En muchas oportunidades a lo largo de estos cuatro años hubo desde quienes afirmaron haber visto a López caminando por alguna calle hasta “videntes” que lo vieron en tal o cual lugar. En estas y otras oportunidades se destinó gran cantidad de recursos humanos y económicos, mientras las verdaderas pistas, las que nos acercaban a la participación de la Bonaerense, al círculo cercano a Etchecolatz, a los señalados por el compañero en sus declaraciones, fueron mal investigadas, desechadas y abandonadas sistemáticamente.

2)      Llama la atención la metodología empleada por esta denuncia: no fue realizada en sede judicial sino tomada por funcionarios del Ministerio de Seguridad del cual depende la Policía Bonaerense y quien fuera apartada de la investigación por “ineptitud evidente” - según lo señalado por el juez que tomó esa medida -  a lo que nosotros agregamos que la bonaerense no puede investigar cuando es ella misma la que debe ser investigada.

3)      Denunciamos el gran montaje  mediático orquestado por el gobierno provincial y su Ministro de Seguridad así como la actitud poco clara del abogado denunciante que acudió primero a los medios y luego al Ministro Casal, obviando a las autoridades judiciales intervinientes en el caso López.

La causa que investiga el secuestro y desaparición de López se encuentra paralizada desde hace al menos 2 años y rebrota en medio de un montaje mediático, plagada de irregularidades dando un resultado negativo. Más de cuatro años de complicidades políticas que solo profundizan la impunidad de la que gozan los responsables de la desaparición de Jorge Julio López. Exigimos que se sigan seriamente las numerosas líneas de investigación que existen en la causa desde hace años y se castiguen a todos los responsables, sean autores intelecuales, materiales o cómplices, del secuestro y desaparición forzada de Jorge Julio López.

Justicia Ya La Plata

Concluyó la búsqueda de Jorge Julio López

Un día de expectativas frustradas

El abogado que hizo la denuncia llevó a su cliente a la televisión, donde se presentó de espaldas. Dijo que no buscaron en el lugar que él señaló. Los investigadores y querellantes lo desmienten y critican que ninguno de los dos se presentara ante la Justicia.
     
 Por Adriana Meyer

La esperanza abierta el martes con la aparición de una nueva pista en el caso de la desaparición del testigo Jorge Julio López quedó ayer clausurada sin éxito con el final de la búsqueda en la estación ferroviaria del Parque Pereyra Iraola. El dato, cuyo origen está bajo sospecha judicial, había sido recibido por el Ministerio de Seguridad y Justicia bonaerense de manos de un abogado, que a su vez lo difundió en los medios. Durante las 48 horas siguientes la fiscalía no logró que el letrado, Alejandro Sánchez Kalbermatten, se hiciera presente con su supuesta fuente –para quien había pedido la millonaria recompensa que ofrece el gobierno de la provincia– para plasmar esa información en el expediente judicial. Aunque dijo que su cliente temía que lo mataran, Página/12 pudo saber que rechazó el ingreso al programa de protección de testigos. Y anoche apareció en TV, con el informante de espaldas que afirmó: “Julio López está muerto y enterrado en esa estación de trenes”.

Rubén López, hijo del albañil desaparecido hace cuatro años tras declarar contra el genocida Miguel Etchecolatz, había implorado desde temprano: “La familia le pide que se presente a declarar”. El fiscal federal Carlos Dulau Dumm lo esperaba en la fiscalía, pero el poseedor del presunto dato clave no acudió allí, sino a los estudios de América 24.

En una entrevista grabada, con su abogado y el conductor Mauro Viale frente a sí, un joven que dijo llamarse Facundo dijo que a López lo secuestraron porque “tiene información que compromete al ex subjefe de la Policía Bonaerense, el señor Etchecolatz, quien habría torturado y asesinado a personas en los campos clandestinos”. Y aseguró que obtuvo este dato de una persona de su confianza, que a su vez lo supo “de alguien con un cargo considerable, según información extraída de las internas bonaerenses, que deja en claro que está muerto y enterrado bajo la infraestructura de la estación Pereyra Iraola del tren”. El animador hizo algunas de las preguntas que hubiera pretendido hacerle el fiscal federal Hernán Shapiro. Cuando el tal Facundo mencionó por tercera vez la “infraestructura de la estación”, Viale preguntó: “¿No están buscando ahí?”. La respuesta la dio el abogado Kalbermatten: “Todavía no”.

Según explicaron  fuentes de la investigación, los dos georradares recorrieron “palmo a palmo” la estación, incluso las paredes. “Desconocen que donde más se buscó es en la infraestructura”, comentaron tras saber los dichos del “testigo de identidad reservada”. Los querellantes de Justicia Ya! anticiparon que piensan exigir que ambos den explicaciones a la Justicia. Dijo que no fue a declarar por miedo, pero va a un canal de televisión sin miedo a que lo esperen en la puerta, es absurdo”, dijo la abogada Guadalupe Godoy..

Luego de tres intensas jornadas, ayer terminaron los rastrillajes y excavaciones. “Atento a la difusión pública que ha tomado la presente diligencia, la Unidad Fiscal comunica que concluyó con los trabajos de búsqueda que se inició por una denuncia recibida por el Ministerio de Seguridad y remitida a esta unidad fiscal, con resultado negativo”, dijeron los fiscales. Además destacaron que se actuó con “los medios humanos y materiales más calificados, el inestimable apoyo del Equipo de Antropología Forense, la PSA, la Federal, la Aduana y el Ministerio de Seguridad nacional”.

“El gobierno de la provincia tiene que hacerse cargo de esto y con la misma celeridad que lo anunciaron pedir disculpas por las expectativas generadas”, declaró Godoy. Rubén López expresó su desacuerdo sobre “cómo se manejó todo esto”, aunque destacó “el grado de profesionalismo con que se trabajó buscando a mi padre”. Por su parte, Nilda Eloy, como López, testigo en la causa contra Etchecolatz, concluyó que “el testimonio fue falso”. Y agregó: “Una siempre tiene expectativas de que aparezca Julio, pero no se puede dejar de sospechar por la forma de presentación de la denuncia, con un abogado hablando en la prensa, con el aval del Ministerio de Justicia y Seguridad, e incluso del gobernador sin que cumpla el cauce normal de cualquier denuncia, que es plantearla ante la Justicia”.

Por ahora, sólo caños, vigas y ladrillos


Excavaciones y rastrillajes en buesca del cuerpo de Jorge Julio López en la estación de Pereyra Iraola

Después de la supuesta pista, el operativo continuó con expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense, pero no aparecieron restos humanos. El abogado que llevó el dato fue citado a declarar, pero hasta ayer no se había presentado.
Por Adriana Meyer

Cada matorral, cada pozo, cada cisterna de la estación Pereyra del ferrocarril Roca fue revisado y analizado con la mayor tecnología existente en Argentina para la búsqueda de restos humanos, tras una nueva pista según la cual habrían arrojado en ese sitio, ubicado en el Parque Pereyra Iraola, en La Plata, el cadáver del desaparecido testigo Jorge Julio López. Pero hasta ahora el resultado fue negativo. El dato fue aportado por un abogado que acudió al Ministerio de Seguridad bonaerense con los dichos de un supuesto cliente suyo, a cambio de la reserva de su identidad y de la recompensa de un millón y medio de pesos prevista para quien aporte datos que conduzcan al hallazgo de López. El abogado fue citado a declarar por la Unidad Fiscal Especial de Derechos Humanos, pero aún no se presentó.

El fiscal Hernán Schapiro había admitido que la información aportada “es escueta” y “no muy precisa”. Agregó que “en la causa López hubo muchas denuncias similares y con todas se acudió a verificar”. Todo comenzó el martes con el anuncio del ministro bonaerense de Seguridad, Ricardo Casal, de que había nuevos datos sobre López, y la simultánea presencia del abogado Alejandro Sánchez Kalberma-tten en algunos medios. La fiscalía busca ahora que tome estado judicial el acta con apenas unos renglones que llegó desde el ministerio al expediente por la desaparición del testigo clave del juicio contra el genocida Miguel Etchecolatz, y por eso necesita entrevistar al supuesto testigo. Según Kalbermatten, su cliente se habría enterado “por casualidad” de que a López lo enterraron en una zona nueva de la estación Pereyra, a partir de una filtración de la “interna de la Policía Bonaerense”. Los investigadores le pedirán precisiones al denunciante, y para eso convocaron a Kalbermatten. Hasta ayer el letrado no se había presentado, aunque prometió hacerlo hoy.

El fiscal, que permaneció durante todas las jornadas del operativo en la estación Pereyra, convocó “para trabajar como auxiliares al Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF)” que “científicamente son las máximas autoridades en la materia”. La Aduana proveyó además un equipo que detecta partículas humanas en el terreno. Descartada la existencia en la estación de las reformas edilicias de las que habla el acta, se extendió el perímetro “más allá de lo que la denuncia con toda su imprecisión indicaba”. Luego de la tarea de desmalezamiento, y tras establecer una decena de marcas en las que los georradares habían detectado remoción de tierra, los expertos del EAAF hicieron la mayoría de las excavaciones pero no aparecieron huesos humanos, sólo caños, una viga, un pedazo de ladrillo y otros elementos similares. Además, los bomberos vaciaron los profundos pozos ciegos y tanques cisterna aledaños a la estación, de donde sólo sacaron agua sucia, ramas y basura. Y los perros adiestrados aportados por la Policía Federal, de la comisión López que depende de la Brigada Antisecuestros, recorrieron las vías y todo el resto del predio, luego de haber olisqueado un pulóver que perteneció a López. Los perros no tuvieron ninguna reacción, lo cual era lógico considerando que pasaron cuatro años y medio de la desa-parición del testigo. De todos modos, los investigadores afirman que están obligados a usar todos los medios para encontrar o descartar por completo cualquier indicio. Para hoy están previstas las últimas excavaciones y podrían dar por culminado el procedimiento.

La ministra de Seguridad, Nilda Garré, declaró ayer que hay “mucha esperanza” en los resultados del rastrillaje y explicó que se está aplicando “un georradar que el gobierno nacional puso a disposición de los antropólogos forenses que trabajan en la búsqueda”. Por su parte, el ex ministro de Seguridad bonaerense León Arslanian opinó que se generaron “expectativas sin mucho fundamento”. Arslanian estaba en funciones cuando desapareció López y su gestión fue cuestionada por los organismos de derechos humanos de Justicia Ya!, querellantes en la causa.

Con más dudas que certezas

La búsqueda del cadáver de Jorge Julio López a partir de un impreciso testimonio

El uso de georradares les permitió a los expertos realizar once marcas en el predio de la estación del ex ferrocarril Roca, ubicada en el Parque Pereyra Iraola, para analizar si se puede tratar de restos humanos. Escepticismo de los investigadores.
Por Adriana Meyer
 
“¿Encontraron a Julio López?”, grita una muchacha desde la ventana del tren que abandona lentamente la estación Pereyra. Es que la zona fue vallada para preservar el trabajo de los miembros del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que buscan los restos de Jorge Julio López tras la denuncia de un supuesto testigo de identidad reservada de que estarían en esa parada del ex ferrocarril Roca, ubicada en el Parque Pereyra Iraola. Los expertos del EAAF, con el apoyo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y de la Federal, trabajaron desde el mediodía con dos georradares y establecieron once marcas en el perímetro delimitado por los dichos del denunciante. Si hoy culminan con esta tarea analizarán con pipetas en qué consisten esas marcas, que pueden ser tanto huesos humanos como de animales, o incluso una lata o una piedra, y podrían comenzar las excavaciones. Mientras tanto, ayer creció el escepticismo de todos los protagonistas del caso respecto de la validez de los nuevos datos. Los abogados querellantes de Justicia Ya! pedirán hoy a la fiscalía que cite e interrogue al presunto informante, que espera cobrar la recompensa de un millón y medio de pesos que ofrece el gobierno provincial.

Los perros sueltos del pequeño barrio que hay en torno de la estación cruzan las vías tranquilos, como si supieran que cada formación no para, aunque pasa muy despacio. “Primero se desmalezó todo, así al menos a los vecinos les quedará el predio limpio. Luego comenzaron a trabajar los georradares, que escanearon todo el sector que da al camino Centenario de la estación. La declaración habla de construcciones nuevas pero no hay ninguna, salvo la reja que separa las vías y unos arreglos en la escuela de policía Juan Vucetich, que está acá cerca, así que la Justicia decidió buscar en todo el perímetro aledaño”, dijo a Página/12 Enrique Fukman, de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos y miembro de Justicia Ya!. “Sospechamos que es una más de las tantas denuncias veraniegas”, agregó.

Los georradares, aportados por la Dirección de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad, son dispositivos tecnológicos que detectan alteraciones morfológicas bajo la tierra a una profundidad que oscila entre 1,80 y 2 metros, y brinda al EAAF los parámetros para orientar la excavación. El fiscal federal Hernán Shapiro explicó que “se tomarán las horas que se requieran para realizar la investigación”, que podría durar varios días porque el predio mide unas dos hectáreas. Una de las marcas establecidas con el georradar está en un camino de conchillas al lado del andén, lugar donde creen poco probable que hayan enterrado un cadáver. Hoy la actividad comenzará a las ocho y participarán perros adiestrados, además de bomberos que revisarán dos tanques de agua y algunos pozos de agua.

“Tenemos el escepticismo propio de cuatro años de innumerables pistas como ésta. Pedimos que sean interrogados el testigo y el abogado para que exponga en la causa lo que hasta ahora dice en los medios, lo que se aportó es un lugar bastante indeterminado. Pero lo grave es que, en el caso de que fuera cierto y aparecieran restos, ya habría fracasado el paso posterior, que es dar con los responsables, por haber publicitado la información antes de verificarla”, dijo la abogada Guadalupe Godoy, de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH). Consultada sobre el asidero que les dan a los nuevos datos, Godoy respondió: “No se trata de eso sino que consideramos que fue irresponsable que el denunciante lo exponga a los medios antes que a la Justicia, y que las autoridades provinciales le hayan dado entidad cuando ni siquiera habían analizado de qué se trataba ni había llegado a sede judicial. Hubo como mínimo una ligereza lamentable del ministro Casal”.

En el mismo sentido se pronunció Ruben López, hijo del testigo desaparecido, al afirmar que el abogado Alejandro Sánchez Kalbermatten “salió a hablar en los medios antes de que esto se judicialice”. Y Nilda Eloy, compañera de cautiverio y de juicio de López, dijo que esta denuncia “genera incertidumbre”, ya que “apareció de la nada”, en medio “de un año electoral”. La militante agregó: “Si a alguien se le pasa por la cabeza que la aparición del cuerpo finaliza la investigación está equivocado, queremos a los responsables en la cárcel”. Para Godoy “a veces se prioriza lo mediático para demostrar que se está haciendo algo, no es casual que un día antes se hayan cumplido dos años de la desaparición de Luciano Arruga, algo que compete al gobierno de la provincia”. La abogada agregó que eventualmente la pista de la Vucetich no tendría que ver con este nuevo testigo sino con la hipótesis inicial de los organismos de derechos humanos, que sostienen que a López lo secuestraron militares y policías que pretendían impedir la continuidad de los juicios por delitos de lesa humanidad. “Acá se investigó la denuncia de una mujer que decía transformarse en pájaro y veía a López, así que todo es posible”, culminó quien fuera la representante legal de López en el juicio que condenó al genocida Miguel Etchecolatz. “Más que proteger a testigos lo que hay que hacer es vigilar a los represores y genocidas”, agregó otra de las abogadas querellantes, Myriam Bregman, del Ceprodh.

Afirman que a JORGE JULIO LOPEZ lo enterraron cerca de la estación del Parque Pereyra Iraola

Una búsqueda con esperanza y escepticismo

La Justicia comenzó la búsqueda luego de recibir una declaración realizada ante el Ministerio de Seguridad bonaerense. Se utilizará un georradar para estudiar el terreno. “Los querellantes somos cautelosos”, opinó la abogada Guadalupe Godoy.
Por Adriana Meyer

Otra vez la señal de esperanza, los móviles policiales y periodísticos en marcha, una nueva denuncia reabre la expectativa sobre el destino de Jorge Julio López. Un mediático abogado acudió el lunes al Ministerio de Seguridad bonaerense y afirmó que un cliente suyo tenía datos sobre el lugar donde habría sido enterrado el cuerpo del testigo desaparecido hace cuatro años y medio, tras haber declarado en el juicio contra el genocida Miguel Etchecolatz. El denunciante, que espera cobrar la recompensa de un millón y medio de pesos, señaló el Parque Pereyra Iraola como el sitio donde estarían los restos de López, y ayer la Justicia comenzó la búsqueda en la estación de tren de ese espacio verde, cerca de La Plata. Allí al anochecer se mezclaba la ilusión de Ruben López, el hijo del albañil que tenía 77 años cuando desapareció, con el escepticismo de los investigadores y de los abogados de la causa. Más temprano había sido el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, quien formuló el anuncio en la Casa de Gobierno provincial.

“Una persona pidió una entrevista conmigo y me informó que tenía datos para ubicar a Julio López, se realizó el protocolo y ahora se puso a disposición de la Justicia federal esta declaración con reserva”, dijo Casal. El ministro informó que remitió la declaración al juez federal Manuel Blanco, que instruye la causa, y por la tarde se reunió con la esposa del albañil, su hijo y el abogado que representa a la familia. Luego del encuentro, Ruben López y el abogado Alfredo Gascón Cotti se dirigieron hasta la fiscalía federal que está a cargo del caso. Los recibió el fiscal Hernán Schapiro, que reemplaza a Marcelo Molina, y accedieron al testimonio. “Es escueto, sólo detalla el lugar del paradero de López, y dice que se enteró de eso por referencias”, describió el letrado.

Para su abogado, la declaración incorporada en la causa “es un dato más como los que aparecieron en estos cuatro años”, y expresó que sólo pidieron que sea verificada. Así lo dispuso desde temprano el fiscal Schapiro, que acudió al Parque Iraola con personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y de la comisión López de la Policía Federal. Una vez en el lugar esperó a los expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), que manifestaron que ante el nivel de “imprecisión” de los datos era “inviable” iniciar la búsqueda. Sin embargo, solicitaron la utilización de un georradar, que hoy sería provisto por el Ministerio de Seguridad. Con esa herramienta estarían en condiciones de hacer una “mínima prospección” para el rastreo de restos humanos, según confió a Página/12 una fuente del caso. El predio sobre el que trabajan, que incluye la estación, mide unos 100 metros por 20. A última hora acudió el juez federal de Quilmes, Luis Armella, quien ordenó desalojar a la prensa y precintar el lugar. Las personas que viven en la estación fueron testigos del acta del procedimiento. Les preguntaron si en el lugar se produjeron reformas, ya que en la declaración se afirma que el cuerpo de López habría sido arrojado en ocasión de arreglos en la estación ferroviaria. Todos negaron que haya habido reformas en los últimos años

También estuvieron presentes los guardaparques del Pereyra Iraola, que a pocas horas de la desaparición de López denunciaron el hallazgo de un cadáver en Punta Lara. Esa pista fue valorada por los abogados querellantes Guadalupe Godoy, Myriam Bregman y Aníbal Hnatiuk. Aunque las pruebas determinaron que no era el testigo desaparecido, jamás pudo ser identificado ni fue reclamado por nadie.

El abogado Alejandro Sánchez Kalbermatten –letrado que denunció al ex presidente Néstor Kirchner por la ley de medios, estuvo vinculado a una empresa contratista de la AFA y representa a uno de los implicados en la causa por la mafia de los medicamentos, el empresario Gabriel Brito– dijo haber sido el puente entre el “testigo en peligro” y el ministro Casal. “Dio datos concretos y categóricos, lo hizo para aliviar su conciencia, pero no quiere que lo maten”, agregó. “Dice que López tuvo dos secuestros, uno con una pronta liberación, como una intimidación, y a la semana o a las dos semanas el secuestro y la desaparición”, aseguró Sánchez Kalbermatten. Pero estos datos no constan en la declaración, según pudo saber este diario.

“Es una de las tantas líneas, 20 o 30 por año, que se investigan.

Aunque la causa parece silenciada estos movimientos son habituales, sólo que los querellantes somos cautelosos para no generar expectativa, ansiedad o angustia en la familia y en los compañeros militantes”, opinó la abogada Godoy consultada por Página/12.

Jorge Julio López desapareció el 18 de septiembre de 2006 cuando se dirigía a las audiencias de alegatos en el juicio oral que se realizó en La Plata y por el que fue condenado a reclusión perpetua el ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense Miguel Etchecolatz, por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura.




EL PAIS
Pistas que no llevaron a nada



Desde el momento de su desaparición hasta ayer, las pistas o indicios que surgieron para dar con el paradero de Jorge Julio López emergieron como un manantial de sospechas que no aportaron mucho a la investigación. En enero de 2009, un Volkswagen Gol azul desmantelado, propiedad del médico de la Policía Bonaerense Osvaldo Falcone –quien visitó al represor Miguel Etchecolatz en dos oportunidades durante los días previos a la desaparición de López–, fue encontrado en la zona sur de Mar del Plata. En ese auto habría sido trasladado el testigo el día de su desaparición. Si bien los investigadores habían mostrado su conformidad con el operativo, finalmente el peritaje no aportó mucho a la causa. Veintiún meses después de su desaparición, el juzgado federal a cargo de Arnaldo Corazza se disponía a reactivar la “línea Paraguay”, conocida así porque, según registros de Migraciones, López figuraba abandonando el país, con destino a Paraguay, por un paso de frontera en Misiones. La explicación que surgió en ese momento fue que los funcionarios habían intentado cargar el nombre de López y su número de documento en el sistema de búsqueda, pero por una equivocación los datos quedaron registrados como si el testigo hubiera dejado el país. Otra búsqueda realizada meses antes en un arroyo de Ignacio Correas había arrojado resultados negativos. Finalmente, en enero de 2008 tres policías fueron careados con el dueño de una finca. Durante un operativo realizado el 23 de septiembre de 2006, los policías buscaban a López con perros adiestrados y habían negado haberle mostrado el calzado del testigo desa-parecido al dueño de la finca donde los perros reaccionaron después de haber olfateado unas ropas y un colchón.