La reaparición de la desaparición en Argentina

Publicado en EL Mundo (España) el 18/09/2007, p.34

El 18 de septiembre de 2006 Jorge Julio López, testigo y querellante en el juicio celebrado en la ciudad de la Plata contra Miguel Etchecolatz por los crímenes cometidos en la última dictadura argentina (1), tenía que presentarse en la sesión donde los abogados de la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos iban a exponer su alegato final pidiendo la condena por genocidio. Pero Jorge Julio López no se personó, y tras constatarse la imposibilidad de determinar su paradero, los organismos de derechos humanos denunciaron inmediatamente su desaparición forzada, acusando como responsables materiales a integrantes ─retirados y en activo─ de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, implicados en el accionar represivo de la dictadura.

Un año ya de la desaparición de Jorge Julio López; meses en que se han reproducido amenazas a organismos, abogados, fiscales, jueces y testigos en los juicios contra los ejecutores del terrorismo de Estado, como en el que se está desarrollando en la actualidad contra el sacerdote Von Wernich (2); y cabe señalar en especial el secuestro de Luis Geréz, (diciembre de 2006) a quien soltaron a las 48 horas y sin que haya un solo detenido por ello ni por las torturas que se le infligieron.

Pero es ahora, en el momento en que costosamente se avanza en los juicios contra los genocidas, justamente por esto, que emerge el aciago mecanismo de la desaparición que reabre la caja de Pandora, y salta al corazón mismo de la sociedad el poder funesto del terror cuyo efecto es paralizar, acallar, mirar para otro lado, la repetición del “no te metás” y del “por algo será”, pero ahora con un grado más de perversión : el “por algo será” se ha extendido más allá de los militares y de la derecha que las propagaron. Y tan tremendamente es así que son ya tres las desapariciones de Jorge Julio López; la de 1976, la del 18 de septiembre del 2006 y la de la indiferencia y la difamación que se ha hecho. La víctima es la sospechosa. Vuelve de las sombras del espanto el engranaje de inducción de culpabilidad con que la dictadura aislaba y enfrentaba a los desaparecidos y a sus familiares con la sociedad toda.

Los hechos, el derecho y la justicia

Desde el 18 de septiembre de 2006 resurge la aparición de la desaparición, y desde el 18 de septiembre del 2006 se acosa con gravísimas intimidaciones a todos aquellos que activa y decididamente exigen la aparición con vida de Jorge Julio López.

Desde el 18 de septiembre del 2006, como otrora la cita semanal de los jueves en la Plaza de Mayo la ronda de los pañuelos blancos, cada 18 de mes se reclama por Jorge Julio López, y se repiten, con tanta perplejidad como dolor, las apremiantes actividades como en el pasado: habeas corpus, campañas internacionales como la realizada ante el Parlamento Europeo(3) que, a instancias de miles de firmas, asume tramitar ante el gobierno argentino el reclamo por la vida y la integridad del testigo secuestrado.

Es absolutamente incomprensible la dejación de responsabilidad del gobierno que, teniendo a su disposición leyes y convenciones, no haya abordado como un caso de desaparición forzada la situación de Jorge Julio López, existiendo indicios y presunciones suficientes para ello (intimidaciones y coacciones antes y durante el juicio a Etchecolatz, y las amenazas que el condenado por genocidio anuncia a los jueces del tribunal). Es inexplicable que no se hayan tomado medidas inmediatas y extraordinarias, minimizando el hecho a una simple ¡averiguación de paradero!

Existiendo un instrumento legal que obliga inequívocamente al gobierno argentino como es la Convención sobre la Desaparición Forzada de Personas, de la que es país signatario; existiendo el inmediato pasado dictatorial, y sobrando elementos tan significativos y elocuentes, el gobierno argentino -primer responsable de los ciudadanos- actuó como si de una “escapada” voluntaria se tratara, emitió promesas de recompensa monetaria, y dispuso reforzar la vigilancia de las fronteras(¿?); y ordenó que la policía bonaerense - la misma que mantiene en sus filas a 9.026 efectivos que actuaron durante la dictadura)(4) y que Jorge Julio López irrebatiblemente denunciara - sea la fuerza que lo busque.(¡!)

Un mecanismo que caracteriza a crímenes como la desaparición forzada de personas es la clandestinidad, la ocultación y el secretismo del mismo, y así es contemplado tanto en la normativa vigente como en el acerbo jurisprudencial, la dificultad de la aportación de pruebas del hecho, de la identidad de los autores, y por la gravedad de su naturaleza, son aceptados como suficientes los mínimos indicios y conjeturas.

Establece asimismo dicha Convención, que ni bien se reciba una denuncia sobre una posible desaparición forzada de personas, el gobierno correspondiente deberá en la mayor brevedad posible dar toda la información sobre el paradero de la persona.

Pero aún hay más, Los Estados Partes asegurarán a cualquiera persona que alegue que alguien ha sido sometido a desaparición forzada el derecho a denunciar los hechos ante las autoridades competentes, quienes examinarán rápida e imparcialmente la alegación y, en su caso, procederán sin demora a realizar una investigación exhaustiva e imparcial. Se tomarán medidas adecuadas, en su caso, para asegurar la protección del denunciante, los testigos y allegados de la persona desaparecida y los defensores, así como de los que participen en la investigación, contra todo maltrato o intimidación en razón de la denuncia presentada o de cualquier declaración efectuada. Pero hemos llegado al año de la desaparición de Jorge Julio López.

Es función del Estado argentino ser garante de la seguridad de las personas que se encuentren en su territorio como de la vigencia y respeto a los derechos humanos. Y para que los enunciados jurídicos se traduzcan en Justicia, el gobierno de Néstor Kirchner debe vivir, a nuestro parecer tal como lo hiciera en el caso de Luis Geréz, en un “virtual estado de movilización” hasta la localización y liberación de Jorge Julio López. Y tal como lo reconociera públicamente el presidente Kirchner, la existencia de grupos paramilitares y parapoliciales vinculados a las fuerzas regulares, sin embargo no anunció ni una sola medida para el desmantelamiento de las mismas y enjuiciamiento de sus integrantes.

Concluyendo

No habría que hacer excesivos ejercicios de memoria para encontrar caminos de lucha y de resistencia a la impunidad justamente en Argentina.

Jorge Julio López es un albañil de 77 años que resguardó en su memoria todos los crímenes de los que fue testigo en los campos de concentración donde estuvo en condición de detenido-desaparecido; Jorge Julio López, adosó en su corazón como en su oficio, los nombres de sus compañeros de cautiverio, para presentarlos uno por uno, levantando paredes contra la desmemoria y contra el olvido, lo que hoy le aplican las instituciones nacionales e internacionales.

Tanto por las movilizaciones en Argentina como en las declaraciones y testimonios en los juicios de Madrid, los desaparecidos nos han poblado ámbitos de pundonor; a la vuelta nomás de la conciencia están allí esperándonos como siempre han estado, desde las fotos al viento, desde los pañuelos blancos, desde las calles rebeldes, desde la coherencia y nunca de la representación ni del espectáculo.

Los desaparecidos no viven en monumentos ni en museos, ni como adornos en programas electorales. Aquellas comprometedoras y hermosas consignas unidoras de corazones de: Aparición con vida, contra el Olvido, contra el Silencio, por la Justicia, seguirán aventando dignidad contra cobardía, contra el acomodamiento, contra la indiferencia.

Los desaparecidos hoy se llaman Jorge Julio López.

Madrid, septiembre 18, 2007

Andrea Benites-Dumont ; José Manuel Martin Medem; Carlos Taibo; José Antonio Labordeta; Jaime Pastor Verdú; José Luis Galán; Carlos Slepoy; Manuel Ollé; Fernando Rocha ; Daniel Pereyra; Juan Puig de la Bellacasa, y otros

Notas :
(1) Miguel Osvaldo Etchecolatz; comisario general, jefe de investigaciones de la policía provincial, responsable dirección política del grupo de tareas de los campos de concentración Pozo de Quilmes, de la dirección de investigaciones de San Justo, de la brigada de investigaciones de La Plata, Jefatura de Policía
(2) Christian Von Wernich, confesor del ex Jefe de la Policía Bonaerense, Ramón Camps, está siendo procesado por su participación en numerosos homicidios y múltiples casos de privaciones ilegales de la libertad y torturas, durante la última dictadura militar argentina, en diferentes Centros Clandestinos de Detención.
(3) Las actuaciones que se llevan a cabo frente al Parlamento Europeo, pueden ser respaldadas firmando electrónicamente
aqui
(4) informes de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi)

2 comentarios:

Alejandra H. Covarrubias, periodista dijo...

parte I:
Quién está detrás de esta desaparición es probablemente el Batallón 601, -nunca disuelto-, del militante nazi Ciga-Correa que comprometido en las actividades de Criminalidad de Mayor Cuantía de la "Operación Cóndor". Diestro militante nazi apoyado en el grupo local de Tacuara. (nazis convencidos)

El Batallón 601 con militante nazis locales de la organización Ciga-Correa y que participara con la CIA en las actividades monitoreadas por el general John K. Singlaub desde Colorado, USA, en coordinación con los comandos nazis de Argentina.

Quién fue Juan Martín Ciga Correa?
En marzo del 76, los veteranos de Tacuara, de la triple A, fueron asimilados a las fuerzas represivas de la dictadura. Las tres A (Alianza anticomunista internacional o World AntiCommunist League, WACL) tenían órdenes transnacionales de hacer desaparecer toda la oposición a los planes militares norteamericanos en continuación con las actividades de Alemania nazi en materia de proliferación de armamento biológico, químico, atómtermico, psicotrónico, electromagnético y un sin fin de ilegalidades internacionales.
El gobierno y Estado norteamericano necesitaba TODO un planeta sin control parlamentario por lo que los generales adiestrados en la organización paraguas mundial World AntiCommunist League se aprontaban a montar las dictaduras militares continentales con la aplicación de los "Programas de Noche y Niebla" de Adolf Hitler en toda América Latina. Materias militares que arrojaron la escalosfriante cifra de más de 400.000 desaparecidos en toda América Latina como un plan militar orgánico y controlado por el Comando Sur de las Fuerzas Armadas norteamericanas como nación de la alianza militar de la OTAN.

En Argentina reaparecen entonces en los grupos de tareas que secuestraron, torturaron y asesinaron a cientos de miles de ciudadanos sospechosos de ser demócratas. Antiguos militares de Tacuara como Juan Martín Ciga Correa. y José Luis Resio fueron asimilados como personal militar calificado de esta actividad organizada de aniquilación, desde la alianza militar de la OTAN, como alianza nazificadora.


Ciga Correa, alias "mayor Mariano Santa María" fue asignado por el Ejército a misiones en el exterior del país, como instructor de las tropas regulares militares de Argentina que participaban en la guerra en contra de Nicaragua.
Ciga Correa era uno de los más importantes entrenadores desde Honduras, hombre de la CIA para todo el continente comprometido en todas las actividades organizadas por Michael Townley con bombas a control remoto, tráfico de drogas, producción de Gas Sarin para asesinatos especiales y actividad de terrorismo transnacional (Tokio) . Todas las misiones militares en las que trabajaron respondía a las órdenes de oficiales como los coroneles Santiago Villegas, Osvaldo Riveiro y Julio Cesar Durand, y el mayor Hugo Miori Pereyra.

Ciga Correa, que llevaba el dinero para pagar los sueldos de los soldados de fortuna argentinos en Tegucigalpa, al regresar fue detenido por robar un auto en Mar del Plata, pero su ex-compañero (de militancia nazi) en Tacuara, el entonces juez, Eduardo Pettigiani, lo dejó en libertad haciendo suya una fábula del abogado que defendió a este terrorista de estado involucrado en la causa por la muerte del general chileno CArlos Prats asesinado con bomba y explosivos a control remoto en Buenos Aires, Argentina (OperaciónCóndor. : Cuatro proyectos nazis Internacionales del Pentágono). El abogado defensor de Ciga Correa(alias mayor Santamaria) fue el Dr. Roberto Falcone, el mismo que integró el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata, quien también defendió al comisario Rozsicki Jefe de Inteligencia de la Policía de la Providencia de Buenos Aires y, en su momento, mano derecha del genocida Ramón Camps cuando este fue Jefe esa policía durante la dictadura y se sucedieron en Mar del Plata los secuestros, desapariciones y asesinatos de abogados en l977.

Alejandra H. Covarrubias, periodista dijo...

parte II:
WACL:organización nazi con cuatro Congresos mundiales y responsable de las actividades de terrorismo militar de los últimos 40 años.
Organización jamás investigada en Europa porque la principal misión (además del terrorismo militar transnacional) consideró la infiltración organizada de TODOS los organismos de inteligencia militar y policial de TODO OCCIDENTE (Europa central norte y sur), la integración a instituciones de Estado y el financiamiento con la cocaína controlada desde Colombia y Bolivia por la CIA norteamericana, y el transporte de armas en el mercado paralelo.
World AntiCommunist League (La Liga AntiComunista Internacional con la célula para Argentina: Las tres A) fue formado en 1958 por el criminal de guerra Otto Skorzeny y por la CIA norteamericana.
Google por favor la palabra: World AntiCommunist League!!

John K. Singlaub general norteamericano fue el último Secretario General conocido de la organización nazi secreta World AntiCommunist League, integró la administración de Ronald Reagan y fue el responsable de la formación de los comandos paramilitares de toda América Latina.
Los militares desde los Estados Unidos han tenido como práctica el hacer política como parte de este aparato nazi transnacional y que hoy controla la vida de todo el planeta.
John K. Singblaub un nazi jamás perseguido por la justicia internacional, un criminal de guerra, asesino de masas, nazi por convicción y político integrado a la mafia republicana como muchos U.S. generales fue el responsable material al interior de las Fuerzas Armadas norteamericanas de la mayor catástrofe en materia de Derechos Humanos de todo el planeta. Aplaudido por los republicanos norteamericanos y considerado un héroe en los círculos militares de las naciones de la alianza militar de la OTAN.
Las fosas comunes aún eran abiertas en América Latina en los inicios de los años 2000 en América Latina, en Africa y en Asia. Fosas comunes creadas por la aplicación de los «Programas de Noche y Niebla» bajo única y entera responsabilidad de las Fuerzas Armadas norteamericanas y del Comando Sur de esta nación de la OTAN.

;(

Todos estos asuntos pertenecen a la Corte Criminal Internacional de Naciones Unidas, ICC-UN, liderada hoy desde Europa por el maravilloso juez que llevó a los 9 generales argentinos a la Cárcel, pero los Estados Unidos de América se encuentran en situación de rebeldía internacional en contra de TODO el sistema de Naciones Unidas desconociendo TODOS los organismos internacionales de justicia emanados de la Asamblea General, con leyes de excepción, Cortes militares nacionales y con una agenda nazi, aún hoy con el gobierno nuevo de Obama. Agenda que no cambiará antes de hacer arrodillar al imperio en materia de derechos humanos. Agenda que no se detendrá antes de hacer comparecer a la mafia nazi militar existente en el seno de las Fuerzas Armadas norteamericanas adiestradas en políticas nazis.
La impunidad militar en el SUR es la impunidad militar organizada desde las naciones de la alianza militar de la OTAN en el NORTE.

Saludos calurosos en la defensa de la recuperación de los derechos humanos
Alejandra Haydée Covarrubias
periodista de investigación
miembro del Sindicato de periodistas de Noruega
Asociada a la International Federation of Journalists
Oslo, 17 de agosto del 2009